LA COCINA CHOCOANA, TRADICIÓN Y RITUALIDAD FESTIVA
PARTE I
POR: Ana Gilma Ayala Santos
Uno de los mayores aportes de las ancestras
chocoanas a nuestra cultura, es la trasmisión del conocimiento sobre la cocina
tradicional, cada hogar ha albergado en su seno a una mujer de estas apropiadas
de un rol generacional, el cual se está
viendo seriamente amenazado por la ola invasiva de las comidas rápidas,
producto de la interculturalidad con otras regiones del país.
La noche del 4 de Octubre de 1898, fue fundamental
para que la cocina tradicional chocoana, irrumpiera como elemento de cohesión
entre los sencillos habitantes del viejo Quibdó, cuando pasteles, mondongo,
guarrús, champú, guarapo, mezclaron su exquisito sabor, con el de los cañones de pedreros, chirimía, vestidos y
pendones bonitos, que dieron cuenta de la responsabilidad entrañable del pueblo
negro y mestizo, con la organización y disfrute de la fiesta franciscana,
recreada y asumida, a partir de este evento.
Un segundo momento lo ubicamos con la aparición del
“desayuno barrial”, especie de cortesía que ha permitido atender e intercambiar
sabores y saberes, entre patrones y matronas, jefes de barrio y hoy, entre
presidentes barriales, sus acompañantes y asistentes a las misas, ya sean
nativos o foráneos.
Los desayunos barriales tuvieron como eje al pastel, adobado con la sabiduría
ancestral de Gertrudis Cuesta en el barrio la Yesquita y de otras mujeres
quibdoseñas., convirtiéndose con el paso del tiempo, en el rey de la culinaria san pachera.
Cuando la fiesta se organiza mejor, estos saberes
cumplen entre los años cincuenta y ochenta, un tercer objetivo: el de
convertirse en soportes económicos de la fiesta franciscana, bajo la figura de
“actividades recolectoras de dinero”. Así, pasteles, mondongo y tamales, son
expuestos en mesas bien acondicionadas y vendidos entre
los habitantes de los barrios organizadores de la fiesta, los cuales
tienen ya una estructura organizativa
propia.
La comida
tradicional chocoana cumple así una tercera función festiva, acompañada de
bendajes también tradicionales: empanadas de queso y de carne, jalea, arroz de
leche, ensaladas acompañadas de rodajas de pan ayemado, maduro en tentación,
patacón con queso, carimañolas, enyucados, cocadas, queques , pandebonos, pan de
queso, colada de piña, casabe, salpicón,
chicha de maíz, arroz aderezado conocido como “ arroz a la valenciana”,
albóndigas de carne con papas, arroz empedrado,( con coco y fríjoles) ,
atollao, entre otros.
La actividad
tenía una particularidad: comidas y bendajes eran donados por las mujeres que
realizaban estas prácticas culinarias, el producido de las ventas engrosaba los
pocos fondos que en manos del jefe de barrio, presidente, o tesorero(a)
reposaban. Merecen recordarse entre otras, a: Micaela Casas, Matilde Mena,
Juana Bautista Cuesta, Benicia Valoyes, Basilisa Martínez, Lastenia Carrillo, Florencia
Blandón, Estefanía Martínez, Justina Martínez, Rosa Mena, Juana Palacios, Zulma
Moreno, Andrea mena, Encarnación y
Serafina Cuesta, Bartola Borja, entre
otras; unas preparaban y otras
conformaban los grupos que atendían las ventas.
Los Sábados y domingos, cuando el pueblo gozaba de
descanso, los callejones y calles de los barrios tradicionales, se llenaban de
gran actividad, la danza ritual de las mujeres encargadas de la preparación y
recolección de los preparativos, era un espectáculo digno de admirar: bandejas
y platos finos traídos del vecino país de Panamá, eran colocados con
creatividad y por importancia alimentaria, es decir, comidas propiamente dichas
ocupaban un lugar y bendajes y bebidas como el guarapo, champús, chicha,
adornaban a los lados, en recipientes menores, facilitando el acceso a aquellos
que no disponían de recursos económicos aptos para comprar comidas y en
especial a niños y jóvenes.
Danzaban también aquellos que atraídos por la música
que acompañaba el evento, se acercaban con el ánimo de colaborar, de degustar,
colocando así su grano de arena para que esta gran construcción colectiva, como
se define a la fiesta de San Pacho, se desarrollara felizmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario