ORIGEN DE LA FIESTA FRANCISCANA DE QUIBDÓ
PARTE II
POR: Ana Gilma
Ayala Santos
El 4 de octubre
de 1648, se realiza la primera celebración festiva en Quibdó, teniendo como
referente a Fray Matías Abad, fundador de la misión franciscana en el Chocó, “había
nacido en Villa de cueto, provincia de Santander, (España) hijo de Toribio Abad
y Catalina de Higuera, ejercitándose en el oficio de minero, en las minas de Santa Ana, en la
jurisdicción de Mariquita, antes de su ingreso a la orden franciscana.”[1]
“La
evangelización del Chocó fue producto de su iniciativa particular, con licencia
expedida en Cartagena el 18 de Marzo de 1648, lo que le permite cumplir un
itinerario de viaje entre el 2 de Abril
y el 4 de Octubre del mismo año.
Al respecto del
diario de Fray Matías, leamos los siguientes comentarios: “la primera carta o
informe de Abad al padre Nieto fue escrita el día 16 de Mayo de 1648 desde la
ciudad de Remedios; la segunda, de la ciudad de Antioquia, a 21 de Julio del
mismo año, y la tercera, del corazón mismo del Chocó y río de San Francisco de
Atrato, fecha 6 de Octubre del
sobredicho año de 1648, son pues tres las relaciones que salieron de la pluma
del primer explorador y misionero de nuestra misión chocoana”[2]
Para el
conocimiento de los lectores, existen
copias de los manuscritos de Fray Matías Abad, donde hace un registro de toda
la actividad misionera y a la vez, narra la celebración de la primera fiesta en
la población de Quibdó. Estos documentos llegaron a mis manos, a través del
doctor Martín Pérez Andrade, investigador y ex asesor del Ministerio de Cultura, y fueron
encontrados por el historiador José Arturo Jiménez Viña, en el archivo general
de la nación, sección colonias, fondo curas y obispos, tomo II. Folios 49, 51.
La trascripción de los manuscritos, fue hecha por el mismo historiador, quien
se ha reservado los derechos de publicación.
De igual forma,
en el libro Los franciscanos en Colombia, también existe una traducción, hecha
por los frailes, la cual reposa en mis manos, desde el año 2008, por la
gratuidad del profesor Omar Palacios Mosquera.
Continuando con
la narración de Fray Matías, encontramos en su diario lo siguiente:
“El primero de
Octubre señalamos sitio y cortamos madera y a 2 de Octubre puse yo el primer
estrote de la iglesia y víspera de Nuestro padre San Francisco estuvo acabada.
Y su día por la mañana por este río hicimos una procesión con 15 canoas llenas
de gente y fue delante un indio más principal llamado Candía tocando una
campanilla. Yo fui en medio con un santo Cristo y una imagen de nuestro padre
San Francisco cantando las letanías. Llegados a la iglesia y puesto en el altar
se hincaron todos de rodillas y cantando yo el tedeum Laudamos. Luego tuvimos
una buena comida de mucho pescado y
tuvimos un gallo y luego se fueron a sus casas todos, yo quedé en la iglesia a
donde acuden a rezar todos los vecinos de por aquí de buena gana y parece lo
toman con amor”[3].
Existen
algunas evidencias de celebración de la fiesta, durante los años de permanencia
de los franciscanos y capuchinos, sustentadas en comentarios, como el siguiente:
“En medio de las zarzas, como podrían ser llamadas las disputas que fueron tan
comunes en la misión chocoana, una tradición que habría de prolongarse hasta
nuestros días, había conseguido crecer entre los indios, la devoción a San
Francisco, que cobra su máxima expresión en la celebración de la fiesta”.
El
libro, Los franciscanos en Colombia, nos presenta una relación detallada, de
todos los misioneros que entraron al Chocó, después de la muerte de fray Matías
Abad y de todo el martirio que sufrieron a manos de indígenas y por intrigas de
frailes y de conquistadores. Entre 1687 y 1.696, registra: “De modo que a pesar
de todas aquellas vicisitudes, la actividad misionera de los franciscanos, se
mantenía incólume en el Chocó”.
Otros
datos, se encuentran en forma detallada, en los papeles sueltos, del libro:
Misiones franciscanas en Colombia, página 34; en el tema de los pueblos
fundados en el Chocó, por los franciscanos, se comenta lo siguiente: “ según lo
que antecede y otros nombres que se pueden ver en nuestro libro manuscrito,
“Las doctrinas franciscanas del nuevo reino”, sacamos por cuenta que está fuera
de duda la existencia de los siguientes pueblos o doctrinas en nuestras
misiones del Chocó……” se habla de:
San
Francisco del río Darién
San
José de Bojayá
San
Francisco de Quibdó
Inmaculada
Concepción de Lloró
San
Sebastián de Bebará
Nuestra
Señora de Chiquinquirá de Beté
Nuestra
Señora de la Columna de Tadó
San
Juan de Chamí
San
Antonio de Ávita
El
pueblo de Mombú
Nuestra
Señora de la Candelaria de Taita
San
Sebastián DE Nigua
San
Francisco de Bagadó
San
Juan de Tatamá
San
Nicolás de Quinchía
El
embarrado
Santa
Rita de Iró
Mungarrá
San
Juan de nigua
Es innegable la presencia franciscana en el
Chocó, y, a la vez, el presente artículo nos sirve para aclarar, que la
población de Lloró, no fue una refundación de Quibdó; nuestro próximo artículo,
aportará otros datos importantes para la apropiación de la memoria festiva.
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